La Chine durcit le ton : de nouvelles restrictions sur 12 des 17 terres rares augmentent le risque d’une nouvelle vague de hausse des prix du matériel

La Chine propose à la Malaisie une technologie pour traiter les terres rares, mais uniquement par le biais d'entreprises publiques

China ha vuelto a utilizar una de sus herramientas más efectivas en la guerra tecnológica contra Estados Unidos: las tierras raras. El Ministerio de Comercio de la República Popular ha anunciado un paquete adicional de controles que restringen la exportación de cinco elementos críticos —holmio, erbio, tulio, europio e iterbio— y además refuerzan las medidas de control sobre el equipo tecnológico necesario para su refinado. Con esta decisión, Pekín eleva a 12 el número de tierras raras sometidas a algún tipo de restricción de exportación, consolidando su dominio en una cadena de suministro de la que depende gran parte de la industria global en semiconductores, defensa y energía verde.

Este movimiento llega en un momento estratégicamente calculado: a pocas semanas de una esperada reunión cara a cara entre Xi Jinping y Donald Trump, prevista en la cumbre de la APEC en Corea del Sur. Desde 2024, ambos países mantenían una tregua comercial muy frágil tras la imposición de aranceles cruzados del 145 % y 125 %. La decisión china actúa como un aviso y amenaza casi con seguridad con romper ese alto el fuego arancelario.

Un control que se ejerce desde toda la cadena de proceso

China procesa aproximadamente el 90 % de las tierras raras del mundo, un dominio que no solo reside en la cantidad minera extraída, sino —sobre todo— en la capacidad industrial para separarlas, refinarlas y convertirlas en óxidos, metales e imanes de alto rendimiento. En la práctica, el control del proceso equivale a tener el grifo cerrado, y Pekín ha decidido cerrarlo aún más.

El comunicado oficial —identificado como “Anuncio número 61 de 2025”— justifica los controles en nombre de la seguridad nacional. “Los productos relacionados con tierras raras tienen propiedades de doble uso, civil y militar. La implementación de controles de exportación es una práctica internacional”, afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio. Además, el gobierno chino acusó a “ciertas organizaciones e individuos extranjeros” de desviar materiales hacia aplicaciones militares.

El endurecimiento no solo afecta a los elementos en sí, sino también a las maquinarias y tecnologías usadas en su refinado. Esto es fundamental: limita a terceros países la posibilidad de sustituir, a corto plazo, la capacidad de procesamiento si Pekín decide cortar el suministro.

Licencias y umbrales que apuntan a semiconductores, IA y defensa

El nuevo régimen obliga a las empresas que quieran exportar bienes que contengan tierras raras de origen chino a solicitar licencias específicas si los productos contienen más de un 0,1 % de estos materiales o si se han fabricado con maquinaria proveniente de China. Los permisos no se concederán a usuarios del sector defensa y serán evaluados caso por caso cuando se trate de tecnologías sensibles: chips de 14 nm o más avanzados, memorias de 256 capas o investigaciones en Inteligencia Artificial con potencial uso militar.

Este umbral del 0,1 % parece diseñado para abarcar una amplia gama de componentes industriales. Metales como el holmio, erbio, tulio, europio o iterbio pueden estar presentes en cantidades muy pequeñas en imanes de alto rendimiento, dopantes láser, fósforos de pantallas, sensores ópticos o dispositivos de telecomunicaciones. Aunque en cantidades minúsculas, su función es crítica: basta con que falte un gramo para detener una línea de producción de alto valor añadido.

El impacto se prevé especialmente en tres áreas sensibles para Estados Unidos y sus aliados: semiconductores (equipamiento y materiales para litografía y empaquetado), energía (motores eléctricos para eólicos y vehículos) y defensa (tecnologías desde aviónica hasta sistemas de guiado). Entre los ejemplos más emblemáticos están los cazas F-35 y los misiles de crucero Tomahawk, que dependen de componentes que a menudo contienen tierras raras procesadas en China.

La respuesta a las restricciones estadounidenses

Pekín responde en un contexto que percibe cada vez más hostil. Desde 2022, Washington ha limitado el acceso de China a equipos para fabricar chips avanzados y, más recientemente, ha restringido los ingresos de empresas chinas relacionadas con hardware para IA. Las nuevas restricciones parecen ser una réplica simétrica: si Estados Unidos levanta barreras en tecnologías como la litografía EUV, la computación de alto rendimiento o las GPU de última generación, China mantiene las llaves del mineral crucial y del know-how para su refinado.

El mensaje oficial define su objetivo como “proteger la seguridad y estabilidad de las cadenas industriales globales”. Sin embargo, en el fondo, se percibe claramente que las tierras raras seguirán siendo una herramienta de presión, siempre que Estados Unidos continúe con sus controles en el ecosistema de chips. En ese tablero, el hardware, desde servidores para IA hasta GPUs de consumo, aparece como uno de los principales afectados potenciales.

Reacciones inmediatas en el mercado: subidas y nerviosismo

La respuesta de los mercados fue rápida. En China, empresas como China Northern Rare Earth y Shenghe Resources experimentaron incrementos cercanos al 10 %, impulsadas por expectativas de precios y márgenes más altos. En EE.UU., firmas como Energy Fuels, Critical Metals Corp o MP Materials también vieron repuntes, ante la previsión de encarecimiento de los minerales.

En el sector del hardware, la reacción ha sido más contenida, señalando una evaluación caso por caso que podría tardar días o semanas en traducirse en impactos directos en la cadena de suministro. Sin embargo, algunos indicadores apuntan: AMD cedió casi un 6 % en los últimos días, mientras que TSMC se movió en sentido contrario con una caída similar. Son señales de que los inversores están considerando escenarios donde los costes se incrementan, las órdenes se redistribuyen y los plazos de entrega se alargan, aunque sin entrar todavía en pánico.

¿Subirá todavía más el coste del hardware?

En los comercios y foros especializados, la pregunta dominante es si habrá nuevas subidas. Con antecedentes en 2023-2024, cuando las tensiones en materias primas y chips provocaron sobrecostes y retrasos, el sector teme una repetición. Por el momento, no hay alertas generalizadas, pero la probabilidad de aumentos significativos no se puede descartar si la tensión aumenta o si las licencias empiezan a denegarse masivamente a segmentos completos de la industria.

El hardware para IA, en particular, parece una apuesta segura para mayor presión: la carrera por GPUs, aceleradores y memorias avanzadas (como HBM y GDDR) ya sufre cuellos de botella, y añadir controles sobre componentes usados en imanes, dopantes y procesos de fabricación puede intensificar la escalada en costes y tiempos. Incluso en mercados “de consumo”, como las tarjetas gráficas, un costo superior en el upstream tiende casi inevitablemente a reflejarse en el precio final.

Un calendario con riesgos: APEC y la “tregua precaria”

El momento refuerza la idea de que estas restricciones tienen un carácter táctico. Con la cumbre de APEC en Corea del Sur inminente y con Donald Trump buscando mostrar firmeza en la Casa Blanca, Pekín coloca una pieza que obliga a Washington a decidir: o relaja parte de su cerco tecnológico, o afronta un potencial shock en las materias primas críticas para su industria. Sobre la mesa, una tregua comercial que, tras aranceles del 145 % y 125 %, parece cada vez más difícil de sostener.

¿Qué pueden hacer las empresas?

En el corto plazo, gestionar estos riesgos requiere centrarse en tres áreas:

  1. Visibilidad de la cadena de suministro. Identificar en qué procesos y en qué proporciones intervienen tierras raras, incluyendo maquinaria china, y evaluar alternativas. El umbral del 0,1 % obliga a un nivel de detalle que muchas empresas aún no habían considerado.
  2. Licencias y trazabilidad. Preparar una documentación robusta para las solicitudes, reforzar la trazabilidad de los lotes y definir claramente los usos finales, excluyendo aplicaciones militares si procede. Para tecnologías sensibles (chips de 14 nm o más avanzados, memorias de 256 capas, IA con potencial militar), conviene planificar escenarios de rechazo y planes de contingencia.
  3. Diversificación y sustitución. Explorar proveedores fuera de China y vías alternativas de proceso. Aunque duplicar capacidades de refinado no es sencillo ni barato, algunos fabricantes acelerarán acuerdos con terceros países para reducir su dependencia.

La superficie minera como herramienta de negociación

La estrategia de China se ha vuelto cada vez más sofisticada. Hace años, los controles se centraban en vetos amplios, pero hoy apuntan con precisión quirúrgica a elementos y equipamiento que fortalecen su capacidad de presión y minimizan, en apariencia, el impacto en sectores civiles no estratégicos. La respuesta de EE.UU. tampoco es sencilla: retirar controles sobre tecnologías como EUV, GPU o litografía avanzada desafía su doctrina de seguridad; aceptar restricciones chinas sobre tierras raras encarecerá la transición energética, la modernización militar y la digitalización.

En este tira y afloja, el hardware queda atrapado: la economía global de los semiconductores está interconectada por diseño —las obleas taiwanesas, maquinaria europea, propiedad intelectual estadounidense, ensamblaje en el Sudeste Asiático y tierras raras en China—, por lo que alterar una pieza puede afectar a toda la cadena.

Qué monitorear en las próximas semanas

  • Interpretación de las licencias. Que China adopte una postura flexible para aplicaciones civiles no críticas o, por el contrario, imponga vetos “de facto” en sectores enteros.
  • Respuesta de EE.UU.. Un endurecimiento adicional en equipos de fabricación de chips o en ventas a China de hardware para IA podría acarrear un aumento en los controles sobre minerales.
  • Evolución de los precios. Indicadores tempranos en imanes permanentes, componentes ópticos y módulos de potencia pueden anticipar subidas en electrónica de consumo y servidores.
  • Reajuste de carteras. Movimientos de empresas, desde coberturas de materias primas hasta contratos de suministro a largo plazo, ofrecerán pistas sobre las expectativas de disrupción.

Por ahora, el mercado refleja inquietud, no pánico. Sin embargo, si las tensiones diplomáticas se intensifican y las licencias comienzan a rechazarse en masa, será difícil evitar una nueva ola de costes y retrasos. En el fondo, surge una pregunta más profunda: ¿puede la economía del silicio, desde los móviles hasta la nube de IA, prosperar en un mundo que fragmenta sus materias primas críticas a voluntad?


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué tierras raras ha restringido China y por qué esto importa para el hardware?
El último paquete añade controles sobre holmio, erbio, tulio, europio e iterbio, además de reforzar las exportaciones de equipos de refinado. Aunque en cantidades pequeñas, estos elementos son esenciales en imanes de alto rendimiento, láseres, fósforos y sensores, y su control impacta en semiconductores, telecomunicaciones, energía y defensa.

¿Cómo funcionan las nuevas licencias de exportación y a quién afectan?
Cualquier producto con más del 0,1 % de tierras raras de origen chino, o fabricado con maquinaria china, requiere licencia. No se concederán permisos en sectores de defensa y, para tecnologías sensibles (chips de 14 nm o más avanzados, memorias de 256 capas, IA con potencial militar), cada solicitud será evaluada individualmente.

¿Incrementarán los precios de GPUs, servidores e infraestructura IA?
A corto plazo, la reacción no es alarmante, pero el riesgo existe. La restricción de licencias y el encarecimiento de materiales y procesos clave probablemente subirán los costes en productos como tarjetas gráficas, aceleradores y centros de datos, reflejándose en plazos y precios.

¿Qué pueden hacer las empresas para mitigar el impacto?
Identificar en qué procesos y productos intervienen tierras raras, reforzar trazabilidad y documentación para licencias, y explorar diversificación de proveedores y vías alternativas. En tecnologías críticas, diseñar planes de contingencia es recomendable, dado que replicar capacidades fuera de China es complejo y costoso, aunque algunos sectores buscarán aceleradamente nuevos acuerdos para reducir dependencia.

vía: Noticias Incubaweb

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